El fin de semana pasado tuvimos la posibilidad de ir a compartir nuestro tiempo con la gente de El Silencio. Es un barrio que no te puede ser indiferente una vez que lo conocés. Por eso mismo, al haberlo conocido y haber visto cuánta ayuda necesita la gente que vive allí, no pudimos quedarnos quietos y partimos rumbo a este lugar que a tan solo unos pocos minutos de la ciudad de Concordia, nos pide con su silencio que lo escuchemos. Queremos agradecerles a todos los que con su ayuda sumaron tanto a que hoy, esos niños, esas madres, esas familias, hayan podido comer un fin de semana entero, que la escuelita tenga hoy las paredes y los juegos del patio pintados, para que esos niños crezcan y jueguen en un ámbito más saludable. Creo que tenemos la suerte de que nuestro alcance sea enorme, tenemos demasiadas herramientas como para no utilizarlas, esto es una gran responsabilidad para nosotros, así que gracias por ser este fin de semana una herramienta para el crecimiento de este barrio, un instrumento mediante el cual se puede cambiar y crecer muchísimo.
Esperamos que esto no quede acá. Tenemos mucha energía para aportar a que esto no se frene y desde el lugar que cada uno pueda, desde el instrumento que cada uno sea, pueda seguir colaborando para que en unos años no haya tanta necesidad básica insatisfecha.
Victoria Aballay | Voluntaria Por El Silencio